jueves, 14 de abril de 2011

EDUCACIÓN BIOCENTRICA Y EL CIRCULO DE CULTURA

Dialogando en el Círculo de Cultura   (extracto de Educación Biocéntrica)

Formular palabras vivenciadas es navegar por el flujo de la vida dejándose llevar por corrientes de silencio armónico donde las palabras danzan leales, guiadas por el poder del corazón.

Vivimos en un entramado que requiere de la escucha, entendida como un acto de conexión con el universo interno en complicidad con el mundo externo, que se manifiesta en su sencillez con el mensaje claro de sacralizar la vida. Ya no necesitamos depositar nuestra "salvación" en maestros, gurús y sabios. El mensaje viene repetidamente desde tiempos remotos donde las palabras eran la expresión de la vida y tenían la función de comunicarse con ella. Hemos perdido esa magia pero sólo es una cuestión de recordar (volver a pasar por el corazón), el código permanece intacto en nuestro interior.

Crear espacios internos donde ser y estar de forma sencilla, nos posibilita unificar interior con exterior en la basta red de la cosmovisión. Es tiempo de acción, de unión, de ser y hacer cuestionándonos cómo vivimos, cómo deseamos vivir, cuáles son los impedimentos reales y cuáles son patrones asimilados de un sistema infectado por el concepto de "tiempo es oro". Ya no sirve este paradigma existencial. Ahora y siempre el tiempo es arte y nosotros somos los artistas de esta gran obra. Compartimos la creación con un universo activo, en constante evolución que nos empuja a la consciencia de todos nuestros actos y pensamientos pero no como una punición a nuestra osadía de ser libres, si no como un acto libre de amor que acompaña en el aprendizaje eterno de vivir infinitamente.

Perls dice sobre el sonidos de las palabras: "La comunicación verbal es generalmente una mentira. La comunicación real está más allá de las palabras... No escuchen las palabras, escuchen sólo aquello que la voz les cuenta, aquello que los movimientos cuentan, aquello que la postura cuenta, aquella que la imagen cuenta... No necesitas escuchar lo que la persona dice: escucha los sonidos. Los sonidos cuentan todo. Todo aquello que una persona desea expresar está allá". 

El Círculo de Cultura utiliza una palabra que llamamos generadora porque una palabra dice mucho, traduce en sí un mensaje sistémico, la interconexión de hechos, emociones, vivencias,...  A partir de ahí, cada participante del círculo aporta sus palabras y sonidos para construir "nuevas" maneras de comunicar, estar y hacer, vinculadas a la vida y a su evolución.

"La Educación Biocéntrica parte de la palabra al gesto, del gesto a la actitud, y en la actitud a la generación del conocimiento del saber de nuevos contenidos que solo ocurren en el medio cultural o humano, porque comprendemos a la persona como la síntesis de múltiples posibilidades. Tenemos la complejidad del Universo dentro de nosotros y con ella la paradoja de energías y formas de existencia. En la identidad cabe todo. Podemos ser la singularidad y ser indiferenciadamente semillas del cosmos. Todo es una cuestión de grado", Cássia Regina.

En el diálogo del Círculo de Cultura, todos somos maestros.

Talleres vivenciales periódicos: LA PALABRA VIVENCIADA. Dialogando en el Círculo de Cultura.

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